Manifestación 25N en Granada

Manifestación 25N en Granada
Gran presencia de La Volaera en la manifestación del 25N

Asociación La Volaera

jueves, 7 de diciembre de 2017

No son muertes, son asesinatos. No es de género, es machista. No es una lacra, es terrorismo


Quedan cerca los diferentes actos de reivindicación y lucha que se irán sucediendo en múltiples puntos del territorio español: concentraciones, manifestaciones, charlas, exposiciones, tema principal – sólo por este día- en los medios de comunicación y declaraciones institucionales de fuerzas políticas y sindicales.
Oiremos a lo largo unas horas vocablos como: género, muertas y lacra. Y yo es que no puedo más con eso, oigan. Porque ni son muertes, ni la causa es el género ni es una lacra. Así que, por respeto, intentemos de una vez por todas no banalizar unos términos que ya han causado, en lo que llevamos de año, 89 asesinatos por machismo.
No es una lacra.
Según la nada feminista RAE, lacra es “un vicio físico o moral que marca a quien lo tiene”. Así que, decir que un vicio asesinó “oficialmente”, en cinco años, a un total de 354 mujeres es, cuando menos, ofensivo y humillante. Y estos datos disminuyen la realidad ya que nuestra Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género sólo computan los asesinatos de mujeres aquellos que son cometidos por sus parejas o exparejas. De acuerdo con el registro realizado en la base de datos de Geofeminicidio, en el periodo 2010-2015 se registraron en el Estado español 586 feminicidios (86%) y 95 asesinatos de mujeres (14%), es decir, un total de 681 casos. Llamar a esta hemorragia de mujeres lacra, me parece lo más cercano a un insulto. Epidemia, peste, drama, terrorismo o sangría. Pero no más lacra. NO MÁS.
No es  de género.
El género no determina una conducta violenta. El género por sí mismo no es ni cruel ni asesino. El género no asesina, ni pega, ni viola ni cosifica. Lo hace el machismo. 
Esas conductas aprendidas e impregnadas por un modelo de sociedad patriarcal son las que inducen a ello. Inducen a considerar a las mujeres como objetos de propiedad y de dominación, imponen roles en función del género yestereotipos y patrones de conducta diferenciados en función del sexo biológico. 
La violencia sexual, psicológica, patrimonial; un lenguaje sexista, de publicidad estereotipada, de educación exclusiva, de techo de cristal y de maltrato periodístico por los medios de comunicación, es machismo. El género entendido como categoría no es violento. El machismo sí lo es.  El machismo mata, aterroriza, oprime y subyuga. Es violencia machista. No más de género. NO MÁS.
No son muertas.
Harta. Harta de leer y escuchar en los medios de comunicación eufemismos del tipo: “fallece una mujer al caer por el balcón y se detiene a su marido…” o “muere una mujer por los hachazos de su ex pareja…”. 
Mira, en este apartado ni me voy explicar, me indigna demasiado y tengo tolerancia cero. Si hay que matizar que no nos tiramos hacia un hacha sino que es un tipejo quién clava el hacha en nosotras es que todo es más vomitivo de lo que pensaba. Es cuestión de línea editorial y por tanto de voluntad. Si no se hace bien se es cómplice. Punto pelota. Son asesinadas. No más muertas o fallecidas. NO MÁS.
La Violencia Machista como  Cuestión de Estado
13.455 mujeres han denunciado a su pareja o expareja por violencia de género cada mes en este país. Son datos del Observatorio contra la Violencia de Género y Doméstica del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que ha hecho público este mes de octubre en su informe del segundo trimestre de 2017.
Según la Macroencuesta 2015 del propio Gobierno, sufren violencia de pareja (2,5 millones de mujeres) o sexual fuera de la pareja (1,5 millones). Total 4 millones de mujeres.
Los PGE para 2017 asignan al Programa de Violencia de Género 27.728.180 euros. Además, se han congelado en 19.741.840 euros el Programa de Igualdad entre mujeres y hombres, por lo que sigue sin entenderse que mientras no acabemos con el machismo, no acabaremos con su violencia. Ambos suman solo el 0,01% del presupuesto, porcentaje ridículo para lo que se ha llamado pomposamente “Pacto de Estado contra la Violencia de Género”.
No queremos un Pacto que no soluciona nada y que sólo sirve para titulares y postureos institucionales. Exigimos que la violencia machista SEA CUESTIÓN DE ESTADO,porque mientras esto no sea así será seguir sin asignar ni un euro a la prevención en los ámbitos educativo, sanitario y de medios de comunicación, no cubrir la prevención y atención a la violencia sexual que exige el Convenio de Estambul vigente desde 2014, no mejorar la respuesta judicial y no cubrir el coste de los servicios jurídicos, psicológicos y sociales en las Entidades Locales establecidos en el art.19 de la Ley O 1/2004. Es seguir sin poner en marcha la ya escasa ley integral que sólo reconoce la violencia en relaciones de pareja. 
Por otra parte,
El Tribunal de Cuentas calcula en 40.000 millones de euros la cantidad de dinero que no va a recuperarse del prestado a la banca. Esto es, se da por perdido el 75% de las ayudas públicas recibidas por la banca. Más de 800 euros por cada ciudadano y ciudadana. Ahí es nada el regalazo.
Y, ¿por qué meto este dato aquí? Pues porque la Plataforma feminista a nivel estatal exige 120 millones de euros para empezar a abordar las violencias machistas como una verdadera Cuestión de Estado. Esto es una cuarta parte del dinero regalado a la banca para un rescate.
¿Tan poco vale la vida de las mujeres que ni siquiera se puede destinar una cuarta parte de lo regalado al rescate de la banca para invertir en igualdad y libertad y prevenir que nos quiten la vida? 
Uno de esos lemas que se corean en las manifestaciones feministas contra la violencia machista expresa que “patriarcado y capital es alianza criminal”, y recuerdo lo que le hace poco escuché a una de las grandes:
“El capitalismo sabe que aterrorizar a las mujeres es hacerlo a la comunidad. Nos están lanzando un mensaje: no os resistáis porque no tenemos límite” Silvia Federici.
Así que, quizá, hay que empezar a combatir la epidemia de la violencia machista desde una perspectiva anticapitalista. Y un buen comienzo es llamar a las cosas por su nombre.

Paloma Lafuente.


domingo, 3 de diciembre de 2017

Otro 25 de noviembre más


Se acerca un año más del 25 denoviembre el día que nos convoca Contra la Violencia de Genero. Una vez más serán múltiples los actos que se celebren a lo largo y ancho no solo de nuestro país sino en todo el mundo. Un día tristemente necesario ya que las cifras entorno a la violencia ejercida contra las mujeres son escandalosas. Solo en el último año en España han sido asesinadas 44 mujeres, solo nueve de ellas habían presentado una denuncia contra su agresor, en los 28 casos restantes las victimas convivían con el que fue su asesino. Una cifra a escandalosa teniendo en cuenta que este 2017 está siendo especialmente trágico entorno a estas muertes y tremendamente cruel con los asesinatos a menores producidos en el entorno del hogar 8 en total. Niños y niñas asesinados con el único fin de propinar dolor y sufrimiento a sus madres, un extremo cruel y ruin, que lleva a sesgar la vida de estos pequeños en manos de sus propios padres.
Entre tanto vemos como se celebra a puerta cerrada un juicio, por violación a una chica por parte de un grupo que se autodenominaban “La Manada"
Del mismo solo se sabe lo que cuentan los abogados de ambas partes al concluir cada día la sesión. Es tremendo ver como se cuestiona una y otra vez a la víctima. La manera en la que juzgan su vida, su día a día después de sufrir un hecho tan deleznable, el continuo cuestionamiento, que se hace a si ella dio consentimiento o no a mantener relaciones con 5 chicos. Cuando nadie le plantea a un chico que va a poner una denuncia por que le pegan una paliza, si se resistió o si se dejó pegar con total consentimiento, no le preguntan cómo iba vestido, si había bebido, que actitud tuvo al día siguiente, si él estuvo provocando a los agresores, si tomo unas copas previas con ellos o si disfruto mientras le golpeaban. Todas estas cuestiones se quedan para mujeres en caso de violación y no plantean que la ya famosa frase: “No esno” es eso la negación a mantener ningún tipo de relación sea cual sea lo que anteceda a la misma.
Vivimos tiempos complejos donde cuesta pensar que en los últimos años en lugar de avanzar a hacia la igualdad real y el respeto se vaya en la dirección contraria. En todo el mundo se vive una situación muy dura y compleja que se presenta de diferentes maneras todas ellas trágicas para quienes la padecen. La trata de mujeres, con sus correspondientes mafias, la violencia sexual, económica, psicológica, el acoso, la mutilación genital… son graves violaciones de los derechos humanos que afectan al 70% de las mujeres de todo el mundo, según un estudio de O.N.U.
Con todos estos datos y cifras no nos queda más que salir a las calles y reivindicar medidas contundentes que luchen para erradicar esta lacra a nivel nacional e internacional. Es hora de no callarse y decir claro lo que pasa en el mundo. Dar cifras reales con nombres y apellidos que reflejen la verdadera realidad en la que vivimos y a la que ni podemos dar la espalda. Para superar esta dura situación será necesario cambiar muchas cosas pero sobre todo asumir que desde la educación es donde se inculca el respeto y la igual real. No quiero fotos con lazos morados en la solapa o políticos tras pancartas en manifestaciones. Es hora de tomar este asunto en serio. Aunque al menos ya hay un inicio de camino con el reciente Pacto de Estado que se aprobó en el Congreso de los Diputados. Ha llegado el momento de aplicarlo. De que se desarrolle con un presupuesto adecuado, dontandose de las instituciones y a quienes trabajan contra esta gran lacra de la violencia de género de todos los medios necesarios para poder acabar con ella. Eso sí el 25N volvermos a vernos en las calles. Para reivindicar lo que de sobra sabemos que es necesario.

Encarna Vargas.